La salud es una de las cosas más preciadas que tenemos los seres humanos, por lo que la salud del corazón, el motor de nuestro organismo, evidentemente es una prioridad. Hasta aquí nada novedoso, excepto por un dato: La mayoría de las personas está de acuerdo con esta afirmación, y aun así, los accidentes cardiovasculares son aún una de las principales causas de muerte, tanto en Argentina como en el mundo. En otras palabras, todos sabemos que nuestro corazón es importante, pero no todos realizamos los estudios rutinarios para cuidarlo y prevenir complicaciones. Por eso queremos aportar claridad en el tema, y explicaremos cómo, cuándo y cuáles son los estudios que debe realizar cada persona.

¿Por qué son importantes los exámenes cardiológicos?

Los exámenes cardiológicos son fundamentales para evaluar la salud del corazón y detectar posibles afecciones o factores de riesgo cardiovascular. Estas pruebas nos nutren de información vital respecto a nuestra función cardíaca, el flujo sanguíneo y los niveles de colesterol, entre otros. Realizar estos chequeos con regularidad nos va a permitir detectar a tiempo problemas como enfermedades del corazón, hipertensión arterial, enfermedades de las arterias coronarias o alteraciones en los niveles de lípidos o del colesterol. Una detección temprana permite revertir los síntomas, y adoptar un tratamiento que ayude a evitar accidentes cardiovasculares.

¿A qué edad se recomiendan hacer los controles cardiológicos?

Cuanto antes, mejor. Idealmente, antes de los 16 años, todas las personas deberían realizar al menos un chequeo del corazón para garantizar que no existen complicaciones previas. Además, es importante realizar estudios cardiológicos de rutina desde edades tempranas, porque va a ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. En términos generales se recomienda empezar a tener chequeos cardíacos regulares a partir de los 20 años. Sin embargo, si hay antecedentes familiares de enfermedades cardíacas u otros factores de riesgo como la diabetes o hipertensión arterial entre otros, los controles deberían comenzar antes, ya que la genética juega un rol central en este tipo de afecciones. 

¿Cada cuánto tiempo se deben hacer los chequeos cardiológicos?

Si no existen antecedentes, las personas de menos de 30 años debieran realizar un estudio cardiológico cada 3 años. La edad es uno de los principales factores de riesgo, por lo que a medida que crecemos debemos incrementar la cantidad de chequeos que realizamos. Hasta los 50 años se pueden realizar una vez cada dos años, pero pasada esa edad se recomienda incrementar no solo la frecuencia, sino también incorporar otros estudios similares. El electrocardiograma se recomienda una vez cada 6 meses. 

En los casos en los que existen patologías previas, o un historial genético desfavorable, la recomendación es seguir las indicaciones de un médico respecto a la periodicidad de los exámenes, aunque es evidente que deberán ser más frecuentes (dependiendo de cada situación particular).

¿Cuáles son los estudios cardiológicos más comunes?

Existen varios estudios cardiológicos que pueden realizarse para evaluar la salud del corazón. 

Estudios del corazón, nombres y su descripción:

  1. Electrocardiograma (ECG): Es el estudio más común, no lleva demasiado tiempo, es indoloro y mide las señales eléctricas del corazón. Por su simpleza, es uno de los mejores mecanismos de control ya que permite detectar alteraciones de forma sencilla.
  2. Ecocardiograma: También llamado ecografía del corazón, es también indolora y utiliza ultrasonido para crear imágenes del flujo sanguíneo Esto permite ver el tamaño del corazón y detectar si las válvulas y cámaras del mismo funcionan con normalidad. 
  3. Prueba de estrés: Es una prueba de esfuerzo que mide la reacción que tiene el corazón a la actividad física. Puede ayudar a detectar problemas en las arterias coronarias e insuficiencia cardíaca entre otras cosas.
  4. Tomografía computarizada: A través de rayos X, y con la ayuda de una inyección de líquido de contraste, esta prueba permite realizar un modelo 3D del corazón y verificar posibles enfermedades.
  5. Monitoreo ambulatorio de la presión arterial (MAPA): Este estudio no es invasivo. Controla la presión arterial durante 24 horas (en períodos de media hora aproximadamente) para detectar posibles variaciones y evaluar el control de la hipertensión.
  6. Holter cardíaco: Similar al electrocardiograma, pero en vez de realizarse por un período de tiempo breve, se monitorean las señales eléctricas por un período de entre 24 y 48 horas. Se utiliza en casos en los que los pacientes acuden con fuertes palpitaciones u otros síntomas que podrían indicar que se padece de una arritmia cardíaca.

Conclusión

Los estudios cardiológicos desempeñan un papel crucial en la detección temprana y el manejo de enfermedades cardiovasculares. La tendencia de muertes mundial indica una cosa;  todos creemos que estamos sanos, hasta que un día descubrimos de la peor manera que no. Acudir a los expertos para hacer controles regulares nos permite evaluar la salud del corazón, identificar factores de riesgo y tomar medidas preventivas. La frecuencia de los chequeos cardiológicos va a variar según la edad y los factores de riesgo, pero para estar tranquilos, el mejor lugar por el que podemos comenzar es la consulta a un profesional. El Grupo Cardiológico Boskis se encarga de realizar los exámenes del corazón necesarios para que puedas detectar cualquier problema a tiempo, antes de que sea tarde.