Uno de los factores de riesgo de enfermedades cardíacas más comunes es el colesterol alto. Seguí leyendo para conocer cómo prevenirlo, qué hacer si te lo diagnostican y cuáles son las causas de este tipo de colesterol.
¿Qué es el colesterol alto?
El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en todas las células. Se une a lipoproteínas para participar en procesos orgánicos que contribuyen a la salud, como la absorción de calcio y la formación de hormonas. Sin embargo, en mucha cantidad puede (y suele) ser dañino para la salud.
Cuando hablamos de “colesterol alto” por lo general nos referimos a que se tienen niveles excesivos de lipoproteínas de baja densidad (cLDL o “colesterol “malo”). Estas llevan el colesterol del hígado (donde se fabrica) a las células. Es decir, lo distribuyen por el cuerpo.
Por otro lado, el colesterol “bueno” son las lipoproteínas de alta densidad (cHDL). Su función es transportar el exceso de colesterol al hígado, lo que disminuye el riesgo cardiovascular. La suma de ambos tipos es el “colesterol total”.
Un tercer tipo de lipoproteínas son las de muy baja densidad (VLDL), que son, también, malas para la salud cardiovascular. Sin embargo, estas proteínas transportan, principalmente, triglicéridos y, luego de “entregarlos” mutan a cLDL. En consecuencia, no suelen mencionarse cuando se habla de “colesterol alto” de manera general.
Causas del colesterol alto
Hay varias razones por las cuales el colesterol LDL puede subir. Algunas de ellas dependen del estilo de vida de uno o de su estado de salud y otras, son inevitables. Por ejemplo:
Factores genéticos
Los antecedentes familiares pueden producir colesterol alto. Hay afecciones que se transmiten de padres a hijos que generan niveles de lípidos elevados. Por ejemplo, la hipertrigliceridemia (triglicéridos elevados), la hiperlipidemia familiar combinada (HFC), la hipercolesterolemia familiar (colesterol alto) y la disbetalipoproteinemia (hipolipoproteinemia de tipo III).
Suelen ser más difíciles de regularizar que los niveles de cLDL alto con causas externas. Por eso, es importante diagnosticar estos trastornos a tiempo para poder tratarlos adecuadamente.
Dieta y estilo de vida
Si el factor genético no está causando el colesterol alto, una de las causas más probables es el estilo de vida. Esto es: la dieta, el ejercicio, adicciones como el tabaquismo o el alcohol y el estrés.
Nuestro cuerpo recibe colesterol de dos fuentes: el hígado, que lo fabrica, y lo que comemos. Una dieta alta en grasas saturadas (se encuentran en la carne roja, la manteca, etc.) o trans (presentes en los alimentos procesados) tiende a subir el colesterol LDL. Además, si se tiene un IMC de 30 en adelante o se consume alcohol en exceso, las posibilidades de desarrollar hipertrigliceridemia aumentan.
Por otra parte, la falta de actividad física hace que bajen los niveles de colesterol “bueno”. En consecuencia, el cLDL sube. Lo mismo ocurre con el tabaquismo, que reduce el cHDL. Por el contrario, las hormonas del estrés (corticosteroides) y ciertos medicamentos (como algunos anticonceptivos) fomentan la producción de lipoproteínas de baja densidad.
Condiciones médicas subyacentes
Algunas condiciones médicas crónicas aumentan, también, el riesgo de tener colesterol alto. Las más comunes son la diabetes y el hipotiroidispo, pero también son un factor de riesgo:
- El SIDA: Los tratamientos antirretrovirales utilizados para el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, y la inflamación crónica que este produce pueden alterar el metabolismo de los lípidos. En consecuencia, suben los niveles de colesterol LDL.
- Las enfermedades renales: La disfunción renal, por ejemplo, altera también cómo se metabolizan los lípidos. Esto genera un aumento en la cantidad de triglicéridos y de colesterol.
- El lupus: Esta enfermedad autoinmune produce inflamación crónica. Junto con los corticosteroides con las que se trata el lupus, pueden subir el nivel de cLDL y disminuir el colesterol bueno.
- La hipertensión: Los niveles de presión arterial elevados tienden a dañar las arterias, lo que facilita que el colesterol vaya taponándolas.
- El síndrome de ovario poliquístico: Se trata de un trastorno hormonal que puede producir resistencia a la insulina y alterar, en consecuencia, el volumen de triglicéridos y colesterol en sangre.
Síntomas de colesterol alto
Los síntomas del colesterol alto solo aparecen (y cada tanto) en pacientes que desde chiquitos tienen esta condición o que están demasiado graves. Pueden ser de dos tipos: xantomas (bultitos rojos y amarillos que suelen encontrarse en pacientes diabéticos o con trastornos metabólicos) y el arco corneal o senil.
Sin embargo, en la mayoría de los casos los síntomas de colesterol alto no son evidentes a menos que se hagan estudios. Por eso, es aconsejable que te realices chequeos regulares para comprobar que tus niveles de cLDL (y de cHDL, de paso) estén bien.
Riesgos del colesterol alto
Una gran cantidad de colesterol malo (cLDL) en la sangre puede ser perjudicial para la salud si no se inicia un tratamiento a tiempo. Veamos cuáles son algunas de las consecuencias del colesterol alto:
Colesterol y riesgo cardiovascular
Tener niveles excesivos de colesterol LDL es un factor importante de riesgo cardiovascular. Al ser demasiado, las células no pueden absorberlo todo, por lo que queda un resto, circulando en la sangre. El resto de colesterol se combina con otras sustancias (como lípidos) y se va depositando en las arterias, tapándolas cada vez más. Esto se denomina “arteriosclerosis”.
A medida que se taponan las arterias, se reduce el flujo sanguíneo y, además, pueden generarse coágulos de sangre (similares a los de una trombosis). Gracias a esto, el riesgo de desarrollar afecciones cardiovasculares crece. Las repercusiones pueden ir desde una angina (dolor) de pecho hasta, en el peor de los casos, un ataque cardíaco.
Consecuencias del colesterol alto
Claro que la arteriosclerosis no pasa de un día para el otro, sino cuando se tiene colesterol alto durante un tiempo prolongado. En ese caso, las complicaciones pueden ser más o menos severas, dependiendo del estado de salud general de cada uno. De manera general, las principales consecuencias del colesterol alto son:
- Infartos, los famosos ataques cardíacos: Se producen cuando la sangre deja de llegar al corazón.
- Enfermedades cardiovasculares, como cardiopatías coronarias y arteriopatías periféricas: Tienen lugar (en estos casos) cuando llega menos sangre al corazón y a las extremidades.
- Accidentes cerebrovasculares: Pueden ocurrir cuando la sangre no irriga el cerebro.
Diagnóstico del colesterol alto
En la mayoría de los casos, los síntomas del colesterol alto no se detectan a simple vista. Por lo tanto, esta afección se diagnostica con estudios de laboratorio. Profundicemos en qué es lo que tenés que saber al respecto.
Pruebas y exámenes
Hay distintos tipos de pruebas para medir el colesterol y los lípidos que se encuentran en la sangre. Dos de los más comunes son:
- Exámen de colesterol total: Mide la cantidad de colesterol en sangre, diferenciando entre colesterol total, cLDL y cHDL.
- Perfil de lípidos (o lipograma): Mide lo mismo que el análisis anterior, pero incluye el nivel de triglicéridos y de lipoproteínas de muy baja densidad (cVLDL).
Una vez que tengas los resultados de tus análisis, podrás ver qué tanto (o qué tan poco) tenés que preocuparte. Para una interpretación correcta, que tenga en cuenta tu estilo de vida, tus antecedentes médicos y otros factores de riesgo cardiovascular, lo mejor es acudir a un especialista en cardiología. Idealmente, uno con experiencia en el campo, (como los que formamos parte del Grupo Boskis).
En todo caso, a grandes rasgos, tu colesterol debería ser:
- Colesterol total: Menos de 200 mg/dl, hasta 240 mg/dl para niveles normal-altos. Por encima de 240 mg/dl es preocupante.
- cLDL: Menos de 160 mg/dl. Si se tiene una condición cardiovascular, tiene que estar por debajo de los 55 mg/dl.
- cHDL: Tiene que ser más de 35 mg/dl en hombres y de 40 mg/dl en mujeres.
- Triglicéridos: Lo normal es que estén por debajo de los 150 mg/dl. Mientras más bajo sea el valor, mejor. El rango “normal-alto” llega hasta los 500 mg/dl.
Es importante que tengas en cuenta que, para una correcta prevención del colesterol alto, es necesario realizar estudios de manera periódica. Sobre todo, si contás con antecedentes familiares o condiciones médicas que aumenten el riesgo de sufrir problemas cardiovasculares.
Para niños y adultos jóvenes sin antecedentes (genéticos o de exámenes previos), basta con que revisen sus niveles de colesterol cada cinco años, empezando a los once. A partir de los 45, lo mejor es hacerse estudios cada dos años. Después de los 65, todos los años.
Si el estado de salud general, la herencia genética y el estilo de vida de uno aumentan el riesgo de tener colesterol alto, los análisis deben hacerse más seguido todavía. En estos casos, lo mejor es seguir las indicaciones de un especialista en cardiología. O, mejor todavía, acceder a la atención de todo un equipo de profesionales especializados.
Tratamiento y prevención del colesterol alto
Prevenir es mejor que curar. Por eso, dejanos contarte de qué maneras podés disminuir el riesgo de tener niveles de colesterol LDL alto o, si este ya subió, cómo bajarlo.
Cambios en la dieta
La comida es una fuente de colesterol, tanto bueno como malo. Por eso, para mejorar tus niveles de cLDL y cHDL es fundamental partir de una alimentación rica en vegetales y baja en grasas saturadas y trans. Las dietas basadas en alimentos grasos, como la Keto, quedan, en consecuencia, prohibidas.
Algunos alimentos que pueden ayudar a reducir el cLDL y aumentar el cHDL son:
- Frutas, verduras y legumbres: Su fibra soluble se une al colesterol y ayuda a eliminarlo. Tienen antioxidantes, que impiden que el cLDL se deposite en las arterias. Además, sus fitoesteroles evitan que el intestino absorba colesterol.
- Pescado: Los pescados grasos (como el salmón y la caballa) reducen los triglicéridos y aportan colesterol HDL.
- Alimentos con granos integrales y cereales de grano entero (avena y salvado): Cuentan, también, con fibra soluble, que favorece la eliminación de cLDL. La avena, específicamente, proporciona un tipo de fibra (beta-glucano) altamente efectiva para bajar el colesterol.
- Lacteos descremados: Ayudan a obtener nutrientes esenciales (calcio y proteínas) sin aumentar los niveles de cLDL, gracias a su poca cantidad de grasas saturadas.
- Aceite de olivia, de canola o de soja: Presentan grasas monoinsaturadas, que aumentan el colesterol HDL. Aparte, el aceite de oliva tiene antioxidantes que protegen contra los “tapones” en las arterias.
- Nueces, lino, semillas de chía: Tienen ácidos grasos omega-3, que disminuyen los triglicéridos y aportan cHDL. Incluyen, también, fibra y fitoesteroles, que fomentan la eliminación de las liporpoteínas de baja densidad.
Además, es necesario que evites alimentos que suben el colesterol, por ejemplo:
- Carnes rojas: Incluyen grandes cantidades de grasas saturadas, que estimulan la producción de colesterol malo en el hígado.
- Harinas refinadas: Hacen que suban los niveles de insulina lo que, a su vez, aumenta la producción de cLDL. A diferencia de las harinas integrales, no tienen fibra y, por lo tanto, no ayudan a eliminar el colesterol.
- Alimentos ultraprocesados: Suelen incluir grasas trans, que aportan colesterol LDL y reducen el HDL. Por si esto fuera poco, su alto contenido de azúcar eleva la resistencia a la insulina, lo que no solo aumenta la producción de colesterol malo, sino que también dificulta su eliminación.
- Yemas de huevo (en exceso): Su alto contenido de lipoproteínas sube los valores en aquellas personas sensibles al colesterol dietético. Si se las consume en exceso, claro está.
- Lácteos enteros: Aportan cantidades significativas de grasas saturadas, lo que hace que el nivel de cLDL suba.
- Aderezos altos en grasas: Contienen grasas saturadas y (según el aderezo) trans, que se suman a las lipoproteínas de baja densidad que ya circulan por el organismo.
Aun así, para conseguir mejores resultados y adoptar una dieta equilibrada, que puedas mantener a largo plazo, lo mejor es recurrir a un nutricionista. Sobre todo, a uno que trabaje en conjunto con tu cardiólogo. De esta forma, podrás asegurarte de que todas tus necesidades, nutricionales y de salud, quedan cubiertas de manera integral.
Actividad física
En segundo lugar, una forma de evitar que tu colesterol suba o de hacerlo bajar es hacer ejercicio regularmente. Entre otras cosas, la actividad física ayuda a aumentar el cHDL, disminuir los triglicéridos y mejorar la capacidad metabólica del hígado. Todo esto favorece la eliminación del cLDL y, por lo tanto, protege el sistema cardiovascular.
Lo mejor para bajar el colesterol suelen ser los ejercicios aeróbicos y de resistencia. Sin embargo, el tipo de actividad a realizar y su intensidad dependerán, finalmente, del estado de salud de uno.
Medicación
Un último recurso para mantener el nivel de colesterol dentro de límites aceptables son los medicamentos. Es fundamental que, para esto, acudas a un especialista en cardiología, ya que te recetará el que sea más adecuado para tu condición. Algunos de los que más se utilizan son:
- Ácido Bempedoico: Controla el nivel de cLDL, aunque en ocasiones produce dolores musculares, trastornos gastrointestinales y aumenta la cantidad de ácido úrico.
- Fitoesteroles: Ayudan a que el intestino no absorba tanto colesterol. Pueden causar algunos problemas gastrointestinales, aunque suelen tolerarse bien.
- Inhibidores de la PCSK9: Inyectables que bajan el cLDL. Sus reacciones adversas incluyen síntomas gripales, en particular fiebre, dolor de garganta y de músculos.
- Fibratos: Disminuyen los triglicéridos y aumentan el cHDL. En el peor de los casos, causa problemas digestivos, dolor muscular y eleva el riesgo de cálculos biliares.
- Secuestradores de Ácidos biliares (resinas de intercambio): Ayudan a que decrezca el nivel de cLDL. En ocasiones producen estreñimiento, náuseas, gases y déficits en la absorción de vitaminas.
- Ezetimbe: Reduce, también, la absorción de colesterol por el intestino. Entre sus efectos secundarios se encuentran dolores musculares y de cabeza, así como diarrea y fatiga.
- Estatinas: Permite bajar el cLDL. Esporádicamente, causan problemas digestivos, dolores musculares y de cabeza, así como insomnio. Además, pueden aumentar las enzimas hepáticas.
¿Problemas de colesterol? ¡Tenemos la solución!
Nada es bueno en exceso y el colesterol, menos. Lo bueno es que si se lo detecta a tiempo, puede tratárselo de manera efectiva. Eso sí, para detectarlo, lo primero es hacerse estudios de manera regular. Después de todo, con tal de ahorrarte las peores consecuencias del colesterol alto, una visita extra al médico no es un precio muy alto a pagar.
Contanos tu experiencia con el colesterol. ¿Tenés alguna duda? Estaremos encantados de responderla. Después de todo, en el Centro Cardiológico Boskis queremos ayudarte a que todo fluya adentro de vos. Contamos con profesionales experimentados, especialistas en salud cardiovascular, que priorizan, antes que nada el trato humano. Después de todo, trabajamos con el corazón.
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Que medicamento se debe tomar en personal con colesterol alto: 257, y el colesterol malo alto: 154,??