El accidente cerebrovascular (ACV), que también puede ser conocido como “ataque cerebral”, es una emergencia médica que ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se ve interrumpido. Se trata de una condición muy delicada que necesita de atención médica urgente. 

En este artículo te vamos a explicar a detalle qué es un ACV, los tipos existentes, sus causas, síntomas, tratamientos, qué estudios cardiológicos debes realizar para detectarlo y prevenirlo y la importancia de buscar atención médica de inmediato. ¡Seguí leyendo para más detalles! 

¿Qué es un ACV o accidente cerebro vascular?

Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene debido a un bloqueo en una arteria (accidente cerebrovascular isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo en el cerebro (accidente cerebrovascular hemorrágico). 

¿Cuáles son los tipos de ACV?

Si bien el ACV es un concepto universal, lo cierto es que existen dos tipos bien identificados, que son: 

Accidente cerebrovascular isquémico

Este tipo de ACV ocurre cuando hay una obstrucción en una arteria cerebral, lo que impide el flujo normal de sangre al cerebro. La obstrucción puede ser causada por un coágulo de sangre o por el estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de depósitos de grasa (ateroesclerosis). 

En consecuencia, el tejido cerebral no recibe suficiente oxígeno y nutrientes, lo que puede llevar a daño cerebral permanente, o incluso la muerte si no se trata rápidamente.

Accidente cerebrovascular hemorrágico

Este ACV ocurre cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe y comienza a sangrar. Esto puede deberse a la debilidad en la pared del vaso sanguíneo (aneurisma) o a la presión arterial alta. El sangrado ejerce presión sobre el tejido cerebral circundante, causando daño y complicaciones graves. 

Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos son menos usuales, pero son más graves y potencialmente mortales que los isquémicos. Estos tipos de ACV tienen diferentes causas, síntomas y tratamientos, pero ambos son emergencias médicas que requieren atención inmediata para minimizar el daño cerebral y mejorar las posibilidades de recuperación.

¿Cuáles son las causas del ACV?

Las causas del accidente cerebrovascular (ACV) van a depender del tipo y las características previas de la persona que lo sufra. Acá te presentamos algunas causas principales:

Causas del ACV isquémico

Las causas de este tipo de ACV son: 

  • Ateroesclerosis: es la acumulación de depósitos de grasa en las arterias puede estrecharlas, reduciendo el flujo sanguíneo al cerebro.
  • Coágulos sanguíneos: se trata de un cúmulo de sangre puede bloquear una arteria cerebral, interrumpiendo el suministro de sangre al cerebro.
  • Embolia: es un coágulo de sangre o un fragmento de material graso (émbolo) puede desprenderse de una parte del cuerpo y viajar a través del torrente sanguíneo hasta alojarse en una arteria cerebral, bloqueándola.

Causas del ACV hemorrágico

El accidente cerebrovascular hemorrágico se puede deber a: 

  • Hipertensión arterial: esto puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que aumenta el riesgo de que se rompan y provoquen un sangrado.
  • Aneurismas: es el debilitamiento en la pared de una arteria cerebral que puede provocar una dilatación anormal y eventualmente la ruptura de la arteria, causando un sangrado en el cerebro.
  • Trauma craneal: son las lesiones graves en la cabeza pueden dañar los vasos sanguíneos cerebrales, aumentando el riesgo de hemorragia cerebral.

Otros factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de un ACV incluyen la diabetes, la obesidad, el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, la falta de actividad física y una mala alimentación. Es fundamental controlar estos factores de riesgo y llevar un estilo de vida saludable para reducir las posibilidades de sufrir un ACV.

¿Cuáles son los síntomas previos a un ACV?

Los síntomas previos a un ACV pueden variar, pero es importante reconocerlos para buscar atención médica de inmediato. Algunos de los síntomas más comunes que pueden indicar la posibilidad de un ACV incluyen:

  • Entumecimiento o debilidad súbita en la cara, el brazo o la pierna, especialmente en un lado del cuerpo.
  • Confusión repentina, dificultad para hablar o comprender el lenguaje.
  • Problemas repentinos para ver en uno o ambos ojos, como visión borrosa o pérdida de visión en un ojo.
  • Dificultad para caminar, mareos repentinos, pérdida de equilibrio o coordinación.
  • Dolor de cabeza repentino y severo, sin causa conocida.

Estos síntomas pueden aparecer de repente y pueden ser intermitentes o constantes. Es importante tener en cuenta que no todos los síntomas pueden estar presentes en cada caso de ACV, y algunas personas pueden experimentar síntomas diferentes. Además, los síntomas pueden variar según el tipo y la ubicación del ACV.

¿Qué tratamientos existen para el ACV?

Existen varios tratamientos para el ACV, que pueden variar según el tipo y la gravedad del mismo, tales como: 

Medicamentos para tratar el ACV

El primer tipo de tratamiento que se aplica para estas situaciones son los medicamentos, entre los cuales es posible mencionar: 

  • Trombólisis intravenosa: en casos de accidente cerebrovascular isquémico, se puede administrar un medicamento llamado activador del plasminógeno tisular (tPA) dentro de las primeras horas del inicio de los síntomas para disolver el coágulo y restablecer el flujo sanguíneo al cerebro.
  • Antiagregantes plaquetarios: se pueden recetar medicamentos como el ácido acetilsalicílico (aspirina) o el clopidogrel para prevenir la formación de nuevos coágulos sanguíneos.
  • Anticoagulantes: como la warfarina o los nuevos anticoagulantes orales para prevenir la formación de coágulos en personas con ciertas condiciones cardíacas o factores de riesgo.
  • Presión arterial: si la presión arterial es alta, se pueden recetar medicamentos para ayudar a controlarla y reducir el riesgo de un nuevo accidente cerebrovascular.

Procedimientos médicos

Además de los medicamentos, es posible desarrollar ciertos procedimientos médicos, que pueden ser: 

  • Endarterectomía carotídea: en casos de estenosis carotídea significativa, que aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular isquémico, se puede realizar una cirugía para eliminar la acumulación de placa de las arterias carótidas y restaurar el flujo sanguíneo.
  • Angioplastia y colocación de stent: si la persona sufre de estenosis arterial severa, es posible realizar un procedimiento para abrir la arteria estrechada y colocar un stent para mantenerla abierta.

Rehabilitación y terapia

Existen ciertas rutas alternativas o complementarias a los medicamentos y procedimientos explicados, entre los que es posible destacar: 

  • Fisioterapia: esta práctica puede ayudar a recuperar la fuerza muscular, la coordinación y el equilibrio.
  • Terapia ocupacional: se pueden realizar actividades y ejercicios específicos para ayudar a recuperar las habilidades cotidianas, como vestirse, bañarse y comer.
  • Terapia del habla y del lenguaje: si el ACV afectó el habla o la capacidad para entender el lenguaje del paciente, se pueden realizar ejercicios para mejorar estas habilidades.

¿Es posible prevenir un ACV?

Sí, es posible prevenir un ACV adoptando medidas para reducir los factores de riesgo asociados. A continuación, te compartimos algunas estrategias clave: 

  • Control de la presión arterial: esto se logra con una dieta saludable, haciendo ejercicio regular, tomando los medicamentos recetados por un médico y evitar el consumo excesivo de alcohol y la sal.
  • Control del colesterol: se tiene que mantener niveles saludables de colesterol puede ayudar a prevenir la acumulación de depósitos de grasa en las arterias, lo que reduce el riesgo de bloqueos arteriales y ACV. 
  • Mantener un peso saludable: la obesidad y el sobrepeso están asociados con un mayor riesgo de ACV. Es por esto que se recomienda adoptar un estilo de vida activo y una dieta balanceada puede ayudar a mantener un peso saludable y reducir el riesgo.
  • Dejar de fumar: esto puede reducir considerablemente el riesgo de ACV y mejorar la salud cardiovascular en general.
  • Limitar el consumo de alcohol: esta actividad aumenta la presión arterial y los niveles de colesterol. Limitar la ingesta de alcohol a cantidades moderadas puede ayudar a reducir este riesgo.
  • Mantener una dieta saludable: recomendamos una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y grasas saludables puede ayudar a mantener la salud cardiovascular.

¿En qué momento es recomendable consultar con un especialista en cardiología?

Es recomendable consultar con un especialista en cardiología en el caso de que tengas factores de riesgo conocidos para los ACV, como presión arterial alta, colesterol elevado, diabetes, tabaquismo, obesidad o antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares. En ese caso, es esencial buscar la evaluación de un cardiólogo para gestionar estos factores y reducir el riesgo de ACV. 

Además, si experimentás síntomas de enfermedad cardiovascular, como dolor en el pecho o fatiga inexplicable, es urgente hacer un diagnóstico preciso y aplicar el tratamiento adecuado.

¡No dudes en consultar con el centro médico Boskis! 

El ACV representa una grave amenaza para la salud y la vida de todas las personas, pero la conciencia sobre sus causas y síntomas puede ayudar a prevenir su incidencia y minimizar sus efectos. Adoptar un estilo de vida saludable, controlar los factores de riesgo y buscar atención médica urgente en caso de sospecha de ACV son medidas fundamentales. 

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