Tenemos días para todo. Y el corazón no puede quedarse atrás. Cada 29 de septiembre celebramos el Día Mundial del Corazón, no solo para festejar cada latido sino, también, para acordarnos de cuidarlo. Seguí leyendo para conocer todo lo que tenés que saber para aprovecharlo al máximo.
¿Qué es el Día Mundial del Corazón?
El Día Mundial del Corazón es, como su nombre lo indica, una jornada dedicada a la salud cardiovascular… Y, sobre todo, al riesgo de perderla. Por ello, busca poner el foco en la concientización sobre las causas de las enfermedades cardiovasculares y sobre cómo prevenirlas.
Origen del Día Mundial del Corazón
Este día surgió en el año 2000, gracias a una iniciativa de la World Heart Federation (WHF). Desde sus comienzos, estuvo apoyada por la OMS (Organización Mundial de la Salud) y la UNESCO (Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas ).
Si bien, en un principio, el Día Mundial del Corazón se festejaba el último domingo de septiembre, en 2011 se estandarizó la fecha del 29 de septiembre. Esto permitió unificar la celebración en todo el mundo. Muchas organizaciones de salud, nacionales y locales, así como algunos gobiernos fueron sumándose a este día.
Así, vas a encontrar actividades por el día del corazón que promueven el cuidado de la salud cardiovascular,e información sobre la prevención, el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardíaca».
Objetivo del Día Mundial del Corazón
Y es que, de manera general, el principal objetivo del Día Mundial del Corazón es concientizar acerca del riesgo de sufrir cardiopatías. Con esto, se busca aumentar una toma de acción contra las enfermedades cardiovasculares y, en particular, su prevención.
De manera puntual, las organizaciones miembro de la WHF se proponen disminuir en un 25 % la mortalidad por enfermedades cardiovasculares para el 2025. Para esto, no solo es necesario generar una mayor consciencia en la gente sino, también, instar a que los gobiernos tomen medidas al respecto.
¿Por qué se celebra el Día Mundial del Corazón?
Actualmente, las enfermedades cardiovasculares son la causa de muerte más frecuente en el mundo. La World Heart Federation calcula que más de 20.5 millones de personas al año mueren por complicaciones asociadas al sistema circulatorio.
Solo en Argentina, para 2022, un 23,3 % de las causas de defunción fueron las enfermedades del corazón. Esto equivale a más de 100.000 personas por año. Es decir, 273 por día. ¿Lo peor? El número de muertes por cardiopatías creció con respecto a los valores de 2020 y 2021, en vez de disminuir. Y esto no deja de ser preocupante.
De hecho, según la WHF, los esfuerzos a nivel nacional para disminuir las defunciones por enfermedades del corazón están fallando en todo el mundo. El Día Mundial del Corazón resulta, así, más importante que nunca. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el 80 % de las muertes prematuras por fallos cardíacos pueden prevenirse.
Importancia de la concienciación
Claro que hay un detalle y es que, ¿cómo prevenir lo que no sabemos (ni creemos) que podemos tener? Por eso, la meta principal del Día Mundial del Corazón es ayudar a que el público en general conozca qué problemas afectan al sistema cardiovascular. Al igual que cómo evitarlos o, en su defecto, diagnosticarlos y tratarlos.
El gran problema de algunas patologías (como el colesterol alto) es que, a menudo, no tienen síntomas evidentes. Por eso, el Día Mundial del Corazón busca concientizar sobre dos puntos claves de la prevención: la vida sana y los controles médicos periódicos.
Es muy importante, por ejemplo, revisar los valores de presión arterial, ya que una presión elevada es capaz de llevar a infartos de miocardio o accidentes cerebro-vasculares (ACV). Medir los niveles de colesterol y lípidos en sangre y los valores de glucemia, ayudan a prevenir y controlar la enfermedad arterial, más conocida como arteriosclerosis.
Y estas son solo algunas de las enfermedades que pueden afectar al sistema cardiovascular. Las arritmias, al igual que la insuficiencia cardíaca, son patologías muy prevalentes.
¿Tenés síntomas sospechosos que indiquen que tu corazón puede tener algún inconveniente? ¿Presentás factores de riesgo cardiovascular (como antecedentes familiares, obesidad, colesterol alto, diabetes, etc.) o síntomas preocupantes? ¿No tenés nada de esto, pero igualmente querés cuidar tu salud? ¡No dudes en acudir a un especialista en cardiología para realizar los estudios necesarios!
Consejos para mejorar la salud cardiovascular
Hay algunas prácticas favorables a la salud cardiovascular que se pueden aplicar. Veamos cuáles son.
Alimentación saludable
Somos lo que comemos. Por eso, tener una alimentación equilibrada y de buena calidad es una de las condiciones de la salud general y, en específico, cardiovascular. Si bien lo ideal es recurrir a un nutricionista para obtener una dieta a medida, algunas recomendaciones generales son:
- Aumentar el consumo de frutas, vegetales, frutos secos, harinas integrales y pescado. Por sus componentes (en particular los ácidos omega y las fibras solubles) estos alimentos ayudan a aumentar el colesterol “bueno” y eliminar el exceso de colesterol “malo”.
- Consumir menos carnes rojas y alimentos ultraprocesados o con grasas trans. Reducir, también, los azúcares. Esto contribuye a que se incorpore menos colesterol malo “externo”, además de facilitar el procesamiento del que ya se tiene.
- Condimentar las comidas con menos sal, ya que esta se relaciona directamente con el aumento de la presión arterial. Lo mejor es reemplazar la sal por hierbas y condimentos que realzen el sabor de la comida.
Es necesario considerar que, para que estas prácticas den resultado, deben incorporarse en la vida diaria, no solo durante unas pocas semanas. También resulta imprescindible dejar de lado dos vicios que, a la corta o a la larga, pueden ser nocivos para el sistema cardiovascular: el cigarrillo y el exceso de alcohol.
El tabaco, por ejemplo, aumenta la frecuencia cardíaca, lo que puede llegar a alterar su ritmo. Además, se vincula con la arteriosclerosis acelerada.
El alcohol, por su parte, va debilitando al músculo cardíaco, reduciendo progresivamente su fuerza de bombeo. Así, puede generar enfermedades tales como la miocardiopatía dilatada o la aparición de coágulos de sangre en sus cavidades.Actividad física regular
Todo músculo necesita ejercitarse y el corazón no es la excepción. Más allá de contribuir a eliminar el exceso de colesterol y lípidos en sangre, el ejercicio físico ayuda a mantener un corazón fuerte y activo. Además, libera endorfinas, que atenúan los efectos desfavorables del cortisol, protegiendo al sistema cardiovascular.
En promedio, de hecho, quienes se ejercitan de manera regular tienen un 20-30 % menos de posibilidades de sufrir eventos cardíacos mortales. No es casualidad, por lo tanto, que muchas actividades del Día Mundial del Corazón incluye la práctica de actividad física. Para tener un corazón sano se recomienda realizar al menos 30 minutos de ejercicio por día (o al menos 150 mts. por semana) de actividad aeróbica moderada. Especialmente, ejercicios que incluyan grandes grupos musculares. Algunos de ellos pueden ser:
- Caminata vigorosa.
- Natación.
- Ciclismo.
- Entrenamiento de resistencia (con supervisión de un profesional). Agregar antes y después practicar Stretching.
- Yoga.
Es importante, sin embargo, que si presentás algun problema cardiovascular, consultes a un especialista en cardiología antes de embarcarte en un deporte o actividad específica
Control del estrés
Sentir estrés en algun momento de tu vida es algo completamente natural: es una respuesta del organismo a situaciones (potencialmente) amenazantes o desafiantes. Actúa sobre el sistema nervioso para liberar las llamadas “hormonas del estrés” (cortisol y adrenalina) que ayudan a que el cuerpo responda rápida y eficientemente ante una situación conflictiva.
Sin embargo, vivir constantemente estresado tiene sus riesgos. Y estos van más allá de una indigestión o un sarpullido: afectan al sistema cardiovascular. ¿Cómo? Aumentando la presión arterial y la frecuencia cardíaca, produciendo inflamación y endurecimiento en las arterias.
Por eso, es vital para el corazón (y la salud en general) aprender a manejar adecuadamente el estrés. Cuando el estrés ya es crónico, lo mejor es recurrir a un especialista No obstante, también se pueden utilizar estrategias como:
- Técnicas de relajación y mindfulness: Prestar atención a cada momento, respirar hondo y tomar consciencia de uno y de los que lo rodean ayuda a bajar la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Dicho de otra forma: ayudan a relajarse y reducir los niveles de estrés.
- Poner límites: No todos sabemos darnos el tiempo que necesitamos o priorizar actividades que nos hacen sentir bien por sobre demandas externas, laborales o personales. Pero es necesario aprender a hacerlo.. Mimarse con un buen baño, una película o, simplemente, “no hacer nada” es, a veces, una cuestión de salud.
- Hacer ejercicio: Como dijimos, el ejercicio es bueno para el corazón por muchas razones. Una de ellas, es que libera endorfinas, lo que reduce el estrés. El yoga, en particular, te permite potenciar este efecto, ya que, además de trabajar el cuerpo, incluye sesiones de meditación para relajarte.
- Mantener una rutina: Esto ayuda a promover una sensación de orden y control, que contrarresta el estrés. Además, permite dejarse tiempo para realizar actividades recreativas y ejercicio y, sobre todo, para dormir bien. Es imprescindible dormir de 7 a 9 horas por día para ayudar a manejar niveles bajos de cortisol y, además, cuidar la presión arterial (se reduce durante el sueño profundo).
Este 29 de septiembre, ¡que cada latido cuente!
La prevención es clave, ya sea dando pasos pequeños (como regalarte 5 minutos al día) o grandes (como cambiar toda tu dieta). Y, claro está, visitando a un cardiólogo de confianza, para controlar tu sistema cardiovascular.
¿No sabés por dónde empezar? Las actividades del Día Mundial del Corazón pueden darte alguna pista. ¿Conocés alguna de las que se van a realizar este año? ¡Contanos en los comentarios!
Pero, si buscás una intervención algo más directa, en el Grupo Cardiológico Boskis podemos ayudarte.
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Tu corazón está primero. ¡Cuidalo!