En la actualidad, la disfunción diastólica es un tema que preocupa cada vez más a la población, y es que se trata de una afección que puede tener graves consecuencias. 

La disfunción diastólica se refiere a una disminución en la capacidad del corazón para relajarse y llenarse de sangre, lo que puede llevar a una disminución en la cantidad de sangre que se bombea al cuerpo.

Esta afección puede clasificarse en diferentes grados, siendo los más comunes el grado 1 y 2. En este artículo, hablaremos sobre los síntomas, la gravedad de la disfunción diastólica y cómo el ejercicio puede influir en ella.

¿Qué es la disfunción diastólica?

La disfunción diastólica se refiere a la incapacidad del corazón para llenarse completamente de sangre durante la relajación, lo que puede llevar a una disminución en la cantidad de sangre que se bombea al cuerpo. Esta afección puede ser causada por una variedad de factores, como la hipertensión arterial, la diabetes, la enfermedad coronaria y el envejecimiento.

Disfunción diastólica grado 1

El grado 1 de disfunción diastólica se produce cuando el corazón tiene dificultades para relajarse y llenarse de sangre, lo que puede llevar a un aumento de la presión en el corazón y en los vasos sanguíneos. Es importante señalar que el grado 1 de disfunción diastólica puede no presentar síntomas en algunos pacientes.

Disfunción diastólica grado 2

La disfunción diastólica de grado 2 se produce cuando el corazón tiene aún más dificultades para llenarse de sangre, lo que puede llevar a una disminución en la cantidad de sangre que se bombea al cuerpo.

Disfuncion diastolica sintomas

¿Es grave la disfunción diastólica?

La gravedad de la disfunción diastólica puede variar. En algunos casos, la disfunción diastólica puede ser un signo temprano de enfermedad cardíaca y puede ser un predictor de futuros eventos cardiovasculares. 

Por esta razón, es importante buscar atención médica ante cualquier síntoma que pueda indicar disfunción diastólica, ya que un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y mejorar el pronóstico de la enfermedad.

Síntomas

Los síntomas de la disfunción diastólica pueden variar dependiendo del grado de la afección. 

En el grado 1, los síntomas pueden incluir fatiga, falta de aliento y dolor en el pecho, aunque algunos pacientes pueden no presentar síntomas.

En el grado 2, los síntomas pueden ser más graves, e incluyen fatiga extrema, dificultad para respirar y dolor en el pecho. 

En cualquier caso, si se experimentan alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato.

Tratamiento

En cuanto al tratamiento, este se enfoca en tratar la causa subyacente de la enfermedad. En muchos casos, el tratamiento implica cambios en el estilo de vida, como aumentar la actividad física y mantener una dieta saludable. En otros casos, puede ser necesario tomar medicamentos para reducir la presión arterial y mejorar la función del corazón.

Su relación con el ejercicio

En cuanto a la relación entre la disfunción diastólica y el ejercicio, es importante señalar que la actividad física puede ser beneficiosa para las personas con esta enfermedad, siempre y cuando se realice bajo la supervisión de un profesional de la salud y se tomen las precauciones necesarias.

Es común que las personas con disfunción diastólica se sientan nerviosas o preocupadas por hacer ejercicio, pero la realidad es que el sedentarismo es mucho más perjudicial para su salud que la actividad física moderada. Por eso, es importante que las personas con disfunción diastólica hablen con su médico para diseñar un plan de ejercicio seguro y efectivo que les permita mantenerse activos sin poner en riesgo su salud.

Conclusión

En resumen, la disfunción diastólica es una enfermedad del corazón que afecta la capacidad del músculo cardíaco para relajarse y llenarse de sangre. Los síntomas pueden incluir fatiga, falta de aliento, hinchazón en las piernas y el abdomen, y otros síntomas similares a los de la insuficiencia cardíaca.

Es importante buscar atención médica si se presentan estos síntomas, ya que un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y mejorar el pronóstico de la enfermedad. El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida y medicamentos, y es importante que las personas con disfunción diastólica hablen con su médico para diseñar un plan de ejercicio seguro y efectivo.