Cuando las arterias se tapan, hay consecuencias. Por suerte, hay formas de lograr que la sangre vuelva fluir sin problemas. La cirugía de Bypass Coronario es una de ellas. Segui leyendo para conocer todo al respecto.

¿Qué es un Bypass Coronario?

Un Bypass Coronario es una cirugía de revascularización. Es decir, de restauración del flujo sanguíneo. Se realiza cuando una arteria coronaria se tapa, causando que la sangre no pueda llegar al corazón.

A grandes rasgos, consiste en usar un pedazo de otro vaso sanguíneo (por lo general, de la arteria radial) para armar una especie de puente. De esta forma, la sangre puede saltearse la obstrucción y seguir fluyendo por la arteria taponada.

Historia del Bypass Coronario

Durante los años 60, el doctor René Favaloro desarrolló la cirugía de Bypass Coronario. Aplicó por primera vez esta técnica en una operación realizada en Cleveland, en 1967. Desde entonces, fue evolucionando para garantizar mejores resultados. Entre las innovaciones que se implementaron están:

  • La estandarización del uso de de máquinas de circulación extracorpórea, para no detener la circulación durante la cirugía, en los 70.
  • El uso de la arteria mamaria interna para los injertos, en la década de los 80. Originalmente, se usaban venas safenas.
  • La utilización de injertos arteriales múltiples (en particular, de la arteria radial) para el Bypass, durante los 90. Como son más duraderos, ayudaron a bajar el número de reintervenciones.
  • El desarrollo del Bypass Coronario sin circulación extracorpórea, también en los 90. Esto redujo las complicaciones asociadas con el uso de bombas de circulación externa.
  • La introducción de la Cirugía Mínimamente invasiva, a partir del 2000. En esta época, además, se incorporaron tecnologías para realizar intervenciones más precisas y se optimizaron las prácticas postoperatorias. 

¿Cómo se realiza la Cirugía de Bypass Coronario?

Una cirugía de Bypass Coronario puede dividirse en tres partes: preparación, intervención y postoperatorio

Fuera del quirófano, la preparación requiere:

  • Dejar de fumar (si se es fumador) dos semanas antes de la cirugía. No hacerlo puede causar problemas de coagulación y respiratorios durante la operación.
  • Consumir (o dejar de tomar) medicamentos, según indique el especialista.
  • Realizar estudios cardiológicos y exámenes prequirúrgicos. Por lo general se necesitan: análisis de sangre, cateterismo coronario, electrocardiograma y radiografía de tórax. Conviene realizarlos en un centro cardiológico de confianza.
  • Bañarse la noche antes de la operación, para reducir el número de microbios en la piel.
  • Antes de la cirugía, ayunar 6-8 horas como mínimo, para una mejor aplicación de la anestesia. 

Una vez que se ingrese al quirófano:

  • Se colocan electrodos en el pecho, para medir la actividad cardíaca y una vía intravenosa en la muñeca, para administrar la anestesia general.
  • Cuando el paciente está anestesiado, se introduce el tubo del respirador por su tráquea. Además, se insertan una sonda nasogástrica (que evita la acumulación de fluidos y aire en el estómago) y una sonda vesical (para eliminar la orina).

Solo entonces el cirujano comienza la intervención quirúrgica. El procedimiento a seguir dependerá del tipo de cirugía de Bypass. Por lo general, se realizan operaciones con bomba de circulación extracorpórea. En estas: 

  • El cirujano hace una incisión de 20.5 a 25.5 cm al medio del tórax. A continuación, se abre el hueso para poder ver el corazón y los vasos sanguíneos.
  • Se administra un anticoagulante y se conecta al paciente a la bomba de circulación. El corazón se detiene con medicamentos y se enciende la máquina para que la sangre continúe circulando.
  • El cirujano hace una segunda incisión para recuperar un trozo de vena o arteria, que usará como injerto. Los extremos abiertos del vaso “donante” se suturan.
  • Se realizan aberturas en la arteria coronaria taponada, donde se fijan las puntas abiertas del trozo de vena/arteria que hará de puente, suturándoselas. Este paso y el anterior se repiten las veces que sea necesario para una buena revascularización.
  • El corazón vuelve a activarse y se apaga la máquina de circulación extracorpórea. Si todo funciona correctamente, el esternón se cierra con alambres o cables. Se cose la herida en la piel.

A veces, puede operarse sin una máquina de circulación. Estas intervenciones se denominan cirugía sin bomba o con corazón latiente. En ellas, se necesita un equipo especial para estabilizar el corazón. Sin embargo, son más complejos que las cirugías con bomba. 

Una tercera opción son las operaciones de mínima invasión, por laparoscopía. Si bien las cicatrices son más pequeñas, la visibilidad reducida resulta algo arriesgada si no se cuenta con un profesional especializado.

Sin importar el tipo de operación, en el postoperatorio el paciente ingresa a la unidad de cuidados intensivos. Si no hay inconvenientes, se lo trasladará a otra sala al día siguiente o dos días después. 

Por lo general, el paciente utiliza una sonda endotraqueal para respirar hasta que pase el efecto de la anestesia. También tendrá una sonda en el pecho, para drenar el líquido que pueda acumularse, y un catéter, para expulsar la orina. 

Durante el postoperatorio, al paciente se lo monitorea de manera constante. En particular, se registran su ritmo cardíaco, la temperatura y su respiración. Además, se le administran medicamentos para aliviar el dolor y prevenir la formación de coágulos. Para esto (y para mantenerlo hidratado) suelen utilizarse vías intravenosas

Duración de la Cirugía de Bypass Coronario

La duración total de una Cirugía de Bypass Coronario depende del número de arterias obstruidas, de dónde se encuentran los tapones y de qué tan graves son. Sin embargo, en general, tardan entre 3 y 6 horas, desde que se aplica la anestesia hasta que se cierra la incisión. Para una estimación más precisa, lo ideal es que consultes con un especialista en cardiología

Cicatrices y recuperación

Una cirugía de Bypass Coronario produce cicatrices. Estas suelen ser rectas y verticales. Se sitúan en la zona central del pecho y en piernas y brazos. Es decir, en las zonas donde se realizó la operación y donde se consiguieron los vasos sanguíneos. 

Sus restantes características dependerán del tipo de cicatrización del paciente, de la habilidad del especialista en cardiología y de cómo se cuide la herida. 

La recuperación de la cirugía de Bypass Coronario dura entre 6 y 12 semanas. Así, se tardan 2-3 meses en volver a hacer vida normal, siempre y cuando se observen los cuidados necesarios. Estos son:

  • Durante las primeras semanas, aplicar tintura yodada 2 veces al día en las heridas del pecho y de las extremidades. Es importante no mojar mucho las heridas al bañarse y secarlas bien.
  • Las cicatrices de brazos y piernas deben quedar al aire. Sobre la del pecho, los pacientes masculinos deben llevar una faja. Las mujeres, un corpiño con buen soporte.
  • Dormir boca arriba durante, al menos, 2 meses. Para levantarse de la cama, no hacer fuerza con los brazos. Cuando se esté sentado, mantener las piernas elevadas. 
  • Si se va a toser, abrazarse o abrazar un almohadón contra la herida.
  • Tratar de dar paseos diarios, de baja intesidad y a pie. Para subir escaleras, hacerlo por tramos. No se debe manejar hasta que hayan pasado dos meses de la operación.
  • No dejar de lado el aspecto emocional. Hablar con familiares y amigos, buscar apoyo psicológico si es necesario. Tener siempre presente que cada uno se recupera a su ritmo. 
  • Respetar la medicación prescripta por el médico y no faltar a las visitas postoperatorias.

Durante la recuperación de la cirugía de Bypass Coronario es normal que las heridas supuren un poco. También se experimentan algunas molestias, no solo en la cicatriz del  Bypass, sino también en los hombros, la espalda y los costados. 

Aparte, si se retiró una porción de venas de las piernas, es normal que estas se hinchen levemente, ya que el drenaje venoso tiene que recuperarse. También es común tener algo de estreñimiento, falta de apetito y dificultades para dormir. Eso sí, es imprescindible ir al médico sí se tiene alguno de los siguientes síntomas:

  • Fiebre (+ 38 °C) y escalofríos.
  • Inflamación, mucho dolor y pus en las heridas.
  • Edemas en manos y piernas.
  • Dolor intenso en el pecho.
  • Falta de aire o problemas para respirar.
  • Pérdida de fuerza en alguna extremidad.

Riesgos y complicaciones del Bypass Coronario

Si bien la mayoría de las cirugías de Bypass Coronario son exitosas, no están extentas de riesgos. Tanto durante como después de la operación pueden surgir complicaciones. Veamos cuáles son.

Riesgos Intraoperatorios

Las complicaciones del Bypass Coronario que pueden presentarse durante la operación son similares los de otras cirugías cardíacas. Entre ellas se encuentran:

  • Sangrado, tanto en el área a operar como en el lugar de la incisión. Si la pérdida de sangre es significativa, se realiza una transfusión.
  • Taponamiento cardíaco. Ocurre cuando se acumula sangre entre el pericardio y el corazón. Hace que baje la presión arterial, lo que puede ser mortal.
  • Daño isquémico. Es decir, daños en el tejido cardíaco por la disminución del flujo sanguíneo.
  • Problemas en los pulmones y riñones, causados por utilizar la bomba de circulación.
  • Coágulos sanguíneos que se forman en el corazón o que circulan por el torrente sanguíneo. Pueden llegar a producir un ACV
  • Arritmias. Si bien no son muy comunes, están entre los riesgos del Bypass Coronario. Se deben tanto a la anestesia como a que el corazón se pare durante la cirugía. Suelen ser transitorias.
  • Muerte. Es un riesgo presente en toda cirugía con anestesia general y, sobre todo, en procedimientos donde se detiene el corazón. 

Estas complicaciones pueden ser cosa de vida o muerte. Sin embargo, es importante que recuerdes que, si ocurrieran todos los días, las cirugías de Bypass Coronario habrían dejado de realizarse hace tiempo. Para más información sobre qué tan probables son en un caso específico, te recomendamos que hables con un especialista en cardiología.

Complicaciones Postoperatorias

Al igual que la mayoría de las operaciones, los riesgos de un Bypass Coronario incluyen complicaciones después de la cirugía. Entre las más comunes se encuentran:

  • Coágulos sanguíneos. Pueden causar tanto infartos como un ACV. Por lo general, los medicamentos que se prescriben tras la cirugía sirven para evitarlos.
  • Infecciones en las heridas. Se previenen manteniéndolas limpias y tomando antibióticos. En el mejor de los casos, esta complicación del Bypass Coronario causa cicatrices poco estéticas. En el peor, la muerte.
  • Problemas renales y respiratorios. Para tratarlos, puede ser necesario usar un respirador (si hay infecciones pulmonares) o realizar diálisis (para la insuficiencia renal). No obstante, con un buen manejo de la perfusión durante la cirugía y con fisioterapia respiratoria (después) se los puede prevenir.
  • Arritmias temporales. Los medicamentos antiarrítmicos y el monitoreo constante sirven para prevenirlas. Pueden tratarse con marcapasos (en los casos más graves), remedios y cardioversión eléctrica.
  • Pérdida de la memoria o dificultades para pensar con claridad. Normalmente, son temporales. El uso extendido de la máquina de circulación extracorpórea aumenta el riesgo de esta complicación. La rehabilitación neurológica es un tratamiento adecuado.
  • Separación del esternón. Por lo general, ocurre si el paciente realiza trabajos pesados o movimientos bruscos. No solo retrasa la cicatrización y puede producir infecciones, sino que también es muy dolorosa. Para solucionarla, puede ser necesaria una nueva cirugía o, simplemente, un soporte esternal que inmovilice la zona.

Diferencias entre Bypass Coronario y Stent

El Stent y el Bypass Coronarios son técnicas quirúrgicas de revascularización. Mientras que con el Stent se vuelve a abrir una vía taponada, con el Bypass se crea una ruta alternativa para esquivar el tapón.

El Stent es tubito de malla metálica que va adentro de la arteria coronaria, para evitar que vuelva a cerrarse. El procedimiento durante el cuál se lo inserta es una angioplastia, es decir, la reapertura de los vasos sanguíneos. Por el contrario, con el Bypass se utiliza un pedacito de arteria para armar una vía alternativa y revascularizar el corazón.

Al ser un procedimiento menos invasivo, con tiempos de recuperación más cortos y menos complicaciones derivadas que el Bypass, el Stent es ideal para pacientes con alto riesgo quirúrgico o que necesitan una intervención rápida. 

Se indica, también, en casos poco complicados, con un máximo de dos arterias bloqueadas. Por el contrario, cuando los taponamientos son varios, complejos, de gran extensión o se encuentran en las arterias principales, el Bypass Coronario resulta más aconsejable. Este último también es preferible cuando ya se realizó, sin éxito, una angioplastia con Stent

Si bien tienen una vida útil similar (10-15 años), los Stents presentan reoclusiones y estrechamientos con más frecuencia que los Bypass. Otros puntos en contra son las posibles reacciones alérgicas (al material o a los fármacos que algunos Stents liberan) y el que no siempre alivian completamente los síntomas del taponamiento.

Cuidados postoperatorios y estilo de vida

Si bien la cirugía de Bypass Coronario permite que la circulación funcione correctamente, para que sus efectos sean duraderos es necesario tomar ciertas precauciones. Estas pueden implicar un cambio completo de estilo de vida, pero son necesarias si lo que se quiere es mantener la salud del corazón. De manera general, es importante:

  • No fumar. El cigarrillo es una de las causas de la arterioesclerosis.
  • Controlar el estrés. El cortisol (hormona del estrés) se asocia con la producción de colesterol y, en consecuencia, con el taponamiento vascular. Además, puede producir arritmias y picos de presión.
  • Domir bien. El sueño reparador ayuda a disminuir la presión arterial y el riesgo de taponamientos. 

Alimentación y ejercicio

Otro de los factores que ayudan a mantener la salud cardiovascular (o que la empeoran terriblemente) es el estado físico general. Para que este sea favorable, se debe mantener un peso adecuado y realizar ejercicio regularmente, aparte de seguir una dieta saludable.

La actividad física ayuda a controlar la presión arterial y los niveles de colesterol. Siempre y cuando un especialista en cardiología lo autorice, se pueden realizar 30-60 minutos de ejercicio de ligero a moderado. Las caminatas son una opción ideal.

Asimismo, para que el Bypass Coronario mantenga su eficacia, se recomienda seguir la dieta mediterránea. Esta se caracteriza por:

  • El uso de aceite de oliva, ya que incluye antioxidantes que previenen los bloqueos arteriales. Además, presenta ácidos grasos monoinsaturados, que protegen el corazón.
  • Un alto consumo de frutas, verduras y legumbres (5 raciones diarias). Al incluir grandes cantidades de fibra soluble, estas ayudan a eliminar el colesterol malo.
  • Productos lácteos descremados, que aportan nutrientes sin aumentar los lípidos en la sangre.
  • Consumir más pescado que carnes rojas. El salmón y la caballa, en particular, aportan colesterol “bueno” y diminuyen los triglicéridos. Los huevos (con moderación) son también un buen reemplazo a la carne.
  • Disminuir el consumo de azúcar procesado. Preferir las frutas a los dulces.

De todas formas, para una dieta a la medida de las necesidades de uno, lo mejor es visitar a un nutricionista, idealmente, uno que trabaje con especialistas en cardiología. 

Seguimiento Médico

Por otra parte, es crucial realizar un seguimiento constante con un especialista. Generalmente, la primera visita postoperatoria se hace al mes de recibir el alta. Según los resultados que se tengan, el cardiólogo establecerá un régimen de controles, para verificar que el Bypass funcione correctamente. 

Lo normal es que se realicen exámenes de manera periódica. Entre ellos se encuentran:

  • Análisis de sangre, para medir el nivel de colesterol y lípidos en sangre, así como evaluar el estado salud general.
  • Angiografías coronarias, para comprobar el estado de las arterias.
  • Ecocardiograma, para registrar el flujo sanguíneo y el funcionamiento del corazón.
  • Electrocardiograma (ECG), para analizar la función y el ritmo cardíaco.

Asimismo, es imprescindible (sobre todo en los meses que sigan a la operación) tomar los medicamentos que el especialista haya recetado. Esto ayuda a que no haya taponamientos ni otro tipo de complicaciones.

Preguntas frecuentes sobre la Cirugía de Bypass Coronario

¿Qué es lo que tenés que saber sí o sí sobre el Bypass Coronario? Descubrilo en nuestra sección de preguntas frecuentes.

¿Qué es un bypass coronario?

El Bypass Coronario es una cirugía de revascularización en las arterias coronarias. Permite que la sangre llegue al corazón a través de una ruta alternativa creada con un injerto arterial.

¿Cuáles son los riesgos de la cirugía de bypass coronario?

Los riesgos de un Bypass Coronario y sus posibles complicaciones son:

  • Sangrado excesivo e infecciones en la herida.
  • Problemas renales y respiratorios.
  • Coagulación (que puede causar ACV e infartos).
  • Arritmias.
  • Pérdidas temporales de la memoria.
  • Taponamiento cardíaco y daño isquémico.

¿Cómo es la cicatriz de un bypass coronario?

La cicatriz de un Bypass Coronario suele ser una línea vertical en el centro del pecho. Su largo depende del tipo de cirugía realizada. Las buenas prácticas de cuidado durante la recuperación ayudan a la cicatrización de la herida.

¿Quién inventó el bypass coronario?

Si bien las cirugías de Bypass vasculares son anteriores, René Favaloro desarrolló y estandarizó el Bypass Coronario. La primera operación con esta técnica se realizó en 1967, en Cleveland.

¿Cuál es la diferencia entre bypass coronario y stent?

Un Bypass Coronario crea un camino alternativo para que la sangre circule. Un Stent es un tubo de malla metálica que se introduce en una arteria para evitar que se cierre.

¿Cuánto dura una cirugía de bypass coronario?

Una cirugía de Bypass Coronario puede durar entre 3 y 6 horas, según la complejidad del caso.

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Cuando una arteria coronaria no funciona tan bien como debería, puede ser momento de hacer un Bypass. Esta cirugía de revascularización tiene sus riesgos (como cualquier otra cirugía), pero sus beneficios los superan por mucho. 

No solo alargan la vida de los pacientes con enfermedades cardiovasculares y alivian los síntomas de la arterioesclerosis. También mejoran las capacidades físicas, el funcionamiento cardíaco y, sobre todo, previenen complicaciones futuras.

Eso sí, excepto en casos de emergencia, los cirujanos no pueden crear una vía de circulación alternativa así nomás. Antes, necesitan realizar estudios para diagnosticar el problema, su gravedad y determinar la mejor manera de proceder. Y lo mismo vale para después de la operación, cuando es necesario monitorear el funcionamiento del Bypass Coronario.

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