El infarto de miocardio, que comúnmente es conocido como ataque al corazón, es una afección grave que tiene lugar cuando se bloquea o reduce el flujo de sangre que se dirige al músculo cardíaco. En consecuencia, es posible que provoque un daño permanente al corazón y, en casos graves, la muerte.

En este artículo, te vamos a explicar qué es y cuáles son las causas principales de un infarto, cuáles son los síntomas en hombres y en mujeres, además de darte consejos para su posible prevención. ¡Seguí leyendo para más! 

¿Cuáles son las causas de un infarto?

El infarto de miocardio suele ser provocado por varias causas, entre las que se incluyen:

Aterosclerosis

Esta es la principal causa de los infartos en el mundo y se caracteriza por la acumulación de placa en las arterias coronarias, los vasos sanguíneos que suministran sangre al corazón. La placa se compone de colesterol, grasa y otras sustancias. Con el pasar del tiempo, esta acumulación puede afectar a las arterias al estrecharlas, lo que dificulta el flujo sanguíneo y aumentando el riesgo de formación de coágulos.

Trombosis

La formación de un coágulo sanguíneo en una arteria coronaria puede bloquear el flujo sanguíneo al corazón, lo que arroja, como consecuencia, un infarto.

Espasmo coronario

En algunos casos, los vasos sanguíneos que se conectan y alimentan al corazón pueden contraerse, reduciendo o bloqueando el flujo de sangre al corazón. Esto puede ocurrir incluso en ausencia de aterosclerosis u otros problemas cardíacos.

¿Cuáles son los síntomas de un infarto?

Los síntomas típicos de un infarto van a depender de la intensidad y duración. Los más comunes son los siguientes:

  • Dolor o molestias en el pecho: puede sentirse como presión, opresión, pesadez o dolor agudo. Puede durar varios minutos o desaparecer, y al poco tiempo regresar.
  • Malestar en otras áreas del cuerpo: además del pecho, el dolor puede extenderse a los brazos (generalmente el izquierdo), espalda, cuello, mandíbula o incluso el estómago. Es necesario prestar atención a cómo evolucionan estos dolores. 
  • Falta de aliento: es normal que muchas personas experimentan dificultad para respirar antes o durante un infarto.
  • Otros síntomas: también pueden presentarse otras causas o síntomas, tales como náuseas, vómitos, sudoración profusa, mareos o desmayo.


Si sentís alguno de estos síntomas, entonces lo mejor va a ser que busques atención médica inmediatamente, para limitar el daño que pueda recibir tu corazón. 

¿Cuáles son los síntomas de infarto en mujeres?

En el caso de las mujeres, a diferencia de los hombres, los síntomas pueden diferenciarse un poco, aunque muchos se mantienen igual. Algunos de los malestares exclusivos que manifiestan las mujeres son: 

  • Dolor en el pecho (seno) anormal: puede ser menos intenso o diferente al dolor típico de pecho que te describimos antes, pero es más localizado en los pechos. 
  • Fatiga extrema: puede haber una sensación de cansancio extremo sin causa aparente.
  • Dificultad para respirar sin dolor: se puede experimentar falta de aliento, incluso sin dolor en el pecho.
  • Náuseas, vómitos o malestar abdominal: a veces, los síntomas pueden manifestarse como malestar estomacal en lugar de dolor en el pecho.

¿Qué tipos de infartos existen?

Es importante que sepas que no existe únicamente un tipo de infarto, sino que son varios, con características específicas: 

Tipo 1 – Infarto agudo espontáneo

El Infarto agudo de miocardio espontáneo es causado por la inestabilización de una placa aterosclerótica en la arteria coronaria. Se trata del tipo más clásico y común de infarto, siendo el que más muertes causa. Puede causar una disminución significativa del flujo sanguíneo al músculo cardíaco, lo que resulta en daño o muerte celular en esa área del corazón.

Tipo 2 – Infarto agudo con desequilibrio isquémico

El Infarto agudo de miocardio secundario a desequilibrio isquémico, donde hay un desequilibrio entre el suministro y la demanda de oxígeno. Puede tener lugar en situaciones como: hipotensión grave, anemia severa, arritmias cardíacas y otras condiciones que disminuyan el flujo sanguíneo al corazón o aumenten la demanda de oxígeno del músculo cardíaco.

Tipo 3 – Infarto con muerte súbita cardíaca

Este tipo es menos frecuente, pero se encuentra evidencia de necrosis miocárdica (muerte celular en el músculo cardíaco) en estudios de autopsia o en biopsias post-mortem, pero no hay evidencia clínica de un episodio agudo. A este infarto en particular se lo relaciona con la muerte súbita cardíaca, que es un caso repentino e inesperado a causa de una pérdida de función cardíaca que lleva a una parada cardíaca.

Normalmente, está presente en personas que tengan enfermedad coronaria previa o personas aparentemente sanas sin antecedentes conocidos de enfermedad cardíaca, y la muerte súbita cardíaca puede ser la primera manifestación de enfermedad coronaria en estos casos.

Otros tipos

Además de estos, existen otros tipos menos comunes, como el infarto relacionado con procedimientos coronarios, el infarto asociado a enfermedades no coronarias, entre otros, cuyas causas también son muy variadas y dependen de su origen o por algún malestar crónico que ya presente la persona. 

¿Cómo evitar o prevenir un infarto?

Para evitar o prevenir un infarto (cosa que no siempre se puede) te vamos a hacer las siguientes recomendaciones: 

  • Dejar de fumar y consumir alcohol: como en muchos otros casos, el tabaquismo y consumo excesivo de alcohol son un factor de riesgo importante para los infartos. Dejar de fumar y tomar reduce significativamente las probabilidades de padecer un infarto.
  • Actividad física regular: hacer ejercicio aeróbico unas tres veces por semana ayuda a fortalecer el corazón y mejorar la circulación sanguínea, reduciendo el riesgo de infarto.
  • Alimentación saludable: tener una dieta balanceada y baja en grasas saturadas te puede ayudar a prevenir la acumulación de placa en las arterias. Esto reduce el riesgo de que sufras una obstrucción coronaria
  • Controlar la presión arterial: tener bajo control la presión arterial es fundamental para reducir el riesgo de infarto. 
  • Mantener niveles saludables de colesterol: controlar los niveles de colesterol LDL (también conocido como colesterol “malo”) y aumentar los niveles de colesterol HDL (que es el “bueno”) puede ayudarte a prevenir la acumulación de placa en las arterias.
  • Mantener un peso saludable: el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas, incluidos los infartos. La ideal es que hagas dieta y ejercicio para evitar esto. 
  • Manejar el estrés: los síntomas sostenidos en el tiempo que produce el estrés crónico puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas. Lo ideal es que puedas practicar técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ser beneficioso para la salud del corazón.

¿Qué hacer en caso de un infarto? Primeros auxilios

En el desafortunado caso de que puedas tener, o una persona de la familia o conocidos, un infarto, es importante cumplir con las primeras prácticas de primeros auxilios: 

  • Llamar al servicio de emergencias: esto es muy importante, sobre todo si sospechas que podés tener un infarto, es crucial llamar inmediatamente al número de emergencias para recibir atención médica especializada.
  • Descanso y calma: la persona que esté afectada tiene que descansar y mantener la calma mientras llega la asistencia médica al domicilio.
  • Aflojar prendas ajustadas: si es posible, te recomendamos aflojar cualquier prenda de vestir que pueda estar ajustada alrededor del cuello o el pecho para que te ayude a respirar mejor. 

¿Cuáles son las secuelas después de un infarto?

Después de un infarto, es posible que las personas puedan tener varias secuelas que afecte la calidad de vida y su salud a largo plazo. Algunas de estas secuelas son: 

  • Daño cardíaco: el músculo cardíaco puede sufrir daño permanente, afectando su funcionamiento y aumentar el riesgo de insuficiencia cardíaca en el futuro.
  • Arritmias: las alteraciones en el ritmo cardíaco tienen lugar después de un infarto, de modo que puede causar latidos irregulares o rápidos del corazón.
  • Fatiga: es un síntoma común y puede persistir durante semanas o meses.
  • Ansiedad y depresión: la experiencia de un infarto puede desencadenar ansiedad y depresión en las personas, especialmente por tener miedo a que vuelva a pasar. 

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Es fundamental que puedas entender la importancia de hacerte controles regulares con especialistas en cardiología después de un infarto. Estos controles permiten monitorear la salud cardíaca, ajustar el tratamiento según sea necesario y dar orientación sobre cambios en el estilo de vida para reducir el riesgo de eventos cardíacos en el futuro. 

Si arrastrás alguna condición cardiológica, tuviste un infarto, o simplemente querés conocer el estado de tu corazón, entonces el mejor lugar para eso es el Grupo Cardiológico Boskis. Podemos ofrecerte la mejor atención médica, con profesionales especializados en todas las áreas de la salud cardiovascular y excelencia en cuanto al trato humano. 

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