De 20 a 8, el nuevo momento para salir a correr por la Ciudad que no duerme.

Otra vez están por las calles y las plazas al alcance de nuestras zancadas. Para los que tenían el hábito de salir a correr, la cuarentena les resultó dura para la libertad de movimientos. Los beneficios para la salud y a nivel mental de la actividad física al aire libre son infinitos.

En cuanto a lo físico, se trabaja más la fuerza de las piernas y se realiza un ejercicio más completo porque se van a mover muchos más grupos musculares que en la cinta y reduce el estrés por el contacto con el exterior. Tampoco hay límite de velocidad, como sí existe en la máquina.

“Después de varias semanas de inactividad es difícil volver a la rutina aún para el corredor más experto. Reanudar la actividad física implica estar muy atentos a las señales de nuestro cuerpo”, comenta a Con Bienestar el doctor Mario Boskis (M.N. 74.002), médico cardiólogo.

Después de más de 60 días “encerrados” en casa, y a pesar de haber realizado alguna actividad on-line, el estado físico cambió. La cuarentena puede haber dejado algún kilo extra y se puede haber perdido masa muscular. El peligro es que los aficionados se tomen esta salida con tanta emoción, que terminen lesionándose. Por eso, la recomendación es igual para expertos y novatos: precaución.

Antes de empezar, hay que hacer un calentamiento adecuado. Mover tobillos, rodillas y caderas, además de la columna vertebral y brazos. También hay que establecer desde el principio un tiempo de terminado de ejercicio. Por ejemplo 30 minutos.

“Recomiendo comenzar los primeros dos o tres días con una buena caminata enérgica, en ambientes abiertos y manteniendo una distancia lateral de por lo menos dos metros con otras personas (no hay evidencia de que el sudor contagie el COVID-19). Eso permitirá darnos una idea de como está nuestro organismo, cómo nos responde. Luego, se puede comenzar practicando running con la mitad de la distancia que se hacía anteriormente y pasado unos días, realizar la rutina de siempre pero a un ritmo menor, hasta sentir que estamos preparados para volver a ejercitarnos como antes”, cierra Boskis.