Alrededor de 40.000 muertes súbitas al año se producen en Argentina y la gran mayoría no son en hospitales. Puede pasar en una casa, lugar de trabajo, en una cancha de fútbol e incluso en la calle. Es decir, frente a esta situación, cualquiera puede ser el primero en atender a la persona afectada mientras llega el servicio de emergencias médicas. Si se actúa de forma correcta, aumentan las chances de salvar una vida y disminuir el posible daño cerebral.
La Fundación Cardiológica Argentina (FCA) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) instituyeron entre el 21 y el 27 de Agosto como la “Semana de Concientización y prevención de la Muerte Súbita” para concientizar e incentivar a la población a capacitarse en reanimación cardiopulmonar básica (RCP) y a realizar consultas médicas.
“Una reciente revisión sistemática de la literatura en estudios que evaluaron el impacto de concientizar y enseñar la maniobras de RCP en distintas comunidades o ciudades, evidenciaron que conocer cómo actuar con una víctima de Muerte Súbita fuera del hospital incrementaban al doble las chances de sobrevida, recordando que por cada minuto sin tratamiento aumenta un 10% la mortalidad“, comenta el dr. Mario Boskis.
La muerte súbita no avisa, ocurre de forma inesperada y repentina. Esta situación estresante nos paraliza y la única alternativa para resolverla es estar preparados y entrenados para detectarla y actuar de forma inmediata. Aquí es cuando las maniobras de RCP y la utilización de un desfibrilador externo automático (DEA) se vuelven un recurso fundamental. El entrenamiento regular en esta técnica nos brinda seguridad para actuar de forma adecuada hasta la llegada del personal de salud.
Con la reglamentación de la Ley de prevención de eventos por Muerte súbita, se indicó que en espacios públicos o privados de gran flujo de personas (como aeropuertos, estadios deportivos o hasta gimnasios y shoppings) sea obligatorio el uso de Desfibriladores automáticos, con gente capacitada y que sepa también maniobras de Resucitación Cardiaca. Esta ley se aboca a generar espacios “Cardioasistidos”, los cuales sin duda ayudan a disminuir la mortalidad en caso de una muerte súbita, ya que la asistencia precoz de la víctima y la posibilidad de tratar rápidamente a la misma con el Cardiodesfibrilador, podría aumentar hasta un 70% la chance de sobrevida frente a esta eventualidad.
“Reglamentar esta ley era una asignatura pendiente para la Salud pública de nuestra población, pero debemos como médicos seguir insistiendo en que se aplique lo antes posible en todos los rincones del país. Las campañas en los medios y la vía pública, junto a un fácil acceso a la capacitación y compra de los DEA, son fundamentales para que se vea un real impacto positivo en la disminución de la morbilidad-mortalidad” concluye el dr. Boskis.