Leonardo Ponzio sufre una miocarditis como secuela del covid. Foto Daniel Jayo / AFP

A más de un año y medio de iniciada la pandemia, hay muchas lecciones aprendidas, una de ellas es que el coronavirus no es solo una enfermedad respiratoria, sino multisistémica, que puede generar agresión y daño en varios órganos, incluso después de superada la infección. El corazón es uno de los más afectados. Esta mañana, el jugador de River Leonardo Ponzio fue diagnosticado con una miocarditis, uno de los cuadros cardíacos asociados a covid más frecuentes.

“En algunos casos, aun a pesar de haber transcurrido la enfermedad con síntomas leves, pueden encontrarse lesiones en las fibras miocárdicas causadas por la inflamación de las mismas y relacionados con el episodio viral llamado miocarditis”, explicó a Clarín Mario Boskis, miembro de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y coordinador de los consejos científicos de la institución.

“En general, la miocarditis es un cuadro reversible, pero en muchas ocasiones puede dar síntomas durante semanas, los cuales se manifiestan con dolores de pecho, sensación de falta de aire, palpitaciones o fatiga exagerada. En estos casos, es fundamental la consulta medica temprana, ya que debe instaurarse un tratamiento precoz que permita evitar complicaciones”, advirtió el profesional.

Y destacó que “es importante no realizar actividad física hasta que haya cedido el cuadro y se determine que la inflamación ha desaparecido. Muchas veces este cuadro puede persistir entre 3 a 6 meses“.

Aconsejan realizar un chequeo de salud post-covid. Foto Shutterstock.

También en los jóvenes

Los jóvenes, afirmó, no están exentos de sufrir complicaciones cardiológicas por el coronavirus.

“Si bien en general, la mayoría cursan una enfermedad más bien benigna, un reciente estudio publicado en la revista JAMA encontró que de una población de 3.000 pacientes entre 18 y 34 años de edad, que contrajeron Covid, el 21% debió ser internado en UTI, especialmente los que padecían de obesidad, diabetes o hipertensión arterial como enfermedad concomitante”, subrayó en una entrevista con Clarín.

“La inflamación del corazón, llamada miocarditis es una complicación potencialmente letal, y se han publicado múltiples reportes de casos”, apuntan en un artículo difundido por el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) las médicas cardiólogas Mirta Diez y Lucrecia María Burgos (MN 148.752) miembros del servicio de insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar y trasplante cardíaco de esa institución.

“Actualmente, se desconoce el mecanismo exacto, pero recientes hallazgos sugieren que parece ser el resultado de la infección directa del virus que ataca el corazón, o posiblemente como consecuencia de la inflamación desencadenada por la respuesta inmune excesivamente agresiva del cuerpo”, añaden.

Y alertan que “cualquier secuela cardíaca que persista semanas o meses después de la infección es claramente preocupante, y estamos viendo más evidencia de ello”.

Entre los ejemplos, Diez y Burgos citan un estudio evaluó con resonancia magnética cardiaca a 100 pacientes recientemente infectados por COVID-19, “la mayoría de los pacientes se recuperaron en casa y la gravedad de la enfermedad varió de asintomática a síntomas leves a moderados. Los autores reportaron compromiso cardíaco en 78% de los pacientes e inflamación del corazón activa en el 60%”.

Las secuelas pueden afectar incluso a personas jóvenes que atraviesan cuadros leves. Foto Shutterstock.

Antecedentes en el fútbol

La miocarditis puede provocar daños importantes en el corazón y, en raras ocasiones, muerte cardíaca súbita si no se la trata. “La miocarditis y otros tipos de lesiones cardíacas afectan a jóvenes, como los atletas“, alerta Leslie Cooper, director del Departamento de Cardiología de la Clínica Mayo, de Estados Unidos, en un artículo de divulgación de la institución.

En el fútbol argentino, hay antecedentes de miocarditis asociada a Covid-19. Edwin Cardona (de Boca), Paulo Díaz (también de River) y Lucas Barrios (ex Gimnasia y ahora en Defensa y Justicia) fueron diagnosticados con el mismo cuadro.

Chequeos

Una vez superada la infección por coronavirus, se aconseja realizar al menos un control médico para evaluar el estado de salud, incluso en pacientes que no atravesaron complicaciones.

“En quienes se sospecha una lesión cardíaca relacionada con Covid-19, es preciso hacer pruebas, incluido un análisis de troponina en sangre que revela si hay células dañadas en el músculo cardíaco y un electrocardiograma (ECG) que muestra si el sistema de conducción del corazón está comprometido o si hay daños en el músculo cardíaco. En quienes muestran síntomas de compromiso cardíaco y obtienen un resultado anormal en esos exámenes, se debe profundizar la evaluación”, advirtió Cooper.

“En caso de encontrar anormalidades en estos estudios, debemos completar con una evaluación más avanzada que puede incluir la realización de un eco-doppler cardíaco, para poder evaluar la función de bombeo del corazón, y determinar si hubo alguna agresión al mismo; un holter electrocardiográfico de 24 horas, que consiste en grabar la función eléctrica del corazón durante un día completo (fuera del consultorio) para detectar la presencia de arritmias, un eco-venoso para detectar la presencia de coágulos y una resonancia de corazón para hacer el seguimiento de una miocarditis”, puntualizó Boskis.