El infarto agudo de miocardio, conocido también como ataque al corazón, es la muerte de una parte del músculo cardíaco que se produce cuando se obstruye completamente el flujo sanguíneo en una de las arterias coronarias. Infarto significa ‘necrosis por falta de riego sanguíneo’, con agudo se refiere a ‘súbito’, con mio a ‘músculo’ y con cardio a ‘corazón’
¿Cuáles son los factores de riesgo del IAM?
Los principales factores de riesgo para el infarto agudo de miocardio se clasifican en factores no modificables como la edad, sexo, antecedentes familiares, enfermedades o condiciones previas y factores modificables. Veamos esto con más detalle:
La edad: a medida que avanza la edad hay más probabilidades de desarrollar algún grado de enfermedad coronaria.
El sexo: Los hombres tienen dos a tres veces más probabilidades de sufrir un infarto que las mujeres.
Antecedentes familiares: Si una persona tiene un familiar de primer grado (padre, madre, hermano o hermana)
El consumo de tabaco: parte de las toxinas que se encuentran en los cigarrillos, reducen el calibre de las arterias coronarias y las dañan.
Una dieta no saludable: con una dieta alta en grasas saturadas, los niveles de colesterol en la sangre aumentan y, como consecuencia, aumenta el riesgo de cardiopatía coronaria.
El sedentarismo: La falta de actividad física está relacionada con un mayor riesgo de tener sobrepeso u obesidad e hipertensión y, como consecuencia, de sufrir una enfermedad coronaria.
La hipertensión arterial: La hipertensión arterial afecta a las arterias coronarias, haciéndolas más vulnerables a la enfermedad coronaria.
La diabetes: Se estima que las personas con diabetes tienen 2.5 veces más probabilidades de desarrollar una enfermedad coronaria que la población general.
El sobrepeso/obesidad: La obesidad conduce a potenciar los factores de riesgo asociados a sufrir un infarto.
El consumo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede causar hipertensión y aumento de los niveles de colesterol en sangre.
El consumo de drogas: la utilización de estimulantes del tipo cocaína, anfetaminas, crack y metanfetaminas puede, en ocasiones, provocar un infarto porque producen es el estrechamiento de las arterias coronarias. El consumo de cocaína se baraja como una de las causas más comunes de muerte súbita.
¿Cuáles son los síntomas del infarto agudo de miocardio?
El síntoma característico del infarto agudo de miocardio es el dolor torácico, pero en este caso será un dolor más agudo y más duradero que en la primera. Lo llamamos ‘Angor” o angina.
De esta forma, cuando un paciente sufre un infarto agudo de miocardio suele aparecer de forma brusca un dolor opresivo e intenso localizado en el centro del pecho y que se describe como un puño que retuerce o un peso que comprime el corazón.
En ocasiones, el dolor se irradia o refleja hacia los hombros y, sobre todo, hacia el brazo izquierdo. Igualmente, se puede irradiar hacia el cuello, llegando a la garganta e incluso a los dientes y al maxilar inferior, otras veces, el dolor se puede reflejar hacia la espalda.
Los síntomas pueden aparecer estando en reposo, en ocasiones cuando se está dormido, o durante la realización de un esfuerzo y tras él.
Los síntomas suelen durar más de 30 minutos y pueden prolongarse a lo largo de varias horas.
Cuidados y tratamientos para el infarto agudo de miocardio
Un infarto agudo de miocardio es una emergencia médica, por lo que demanda atención inmediata.
Si el individuo no es alérgico, se puede administrar ácido acetilsalicílico también conocido como aspirina, debido a su efecto antiplaquetario, que inhibe la formación de coágulos en las arterias.
También se pueden utilizar fármacos Beta Bloqueantes
Cuya acción se basa en una reducción de la demanda miocárdica de oxígeno, ya que son capaces de reducir la frecuencia cardíaca, la fuerza de contracción del corazón y la presión arterial.
En el tratamiento de pacientes con infarto, otros fármacos muy utilizados son de la familia de los IEca , que se administran habitualmente de forma muy precoz tras el infarto, particularmente en pacientes con riesgo de insuficiencia cardíaca, ya que favorece a una buena recuperación del músculo lesionado.
Por último, las estatinas reducen la progresión de la placa de ateroma de las arterias coronarias y consecuentemente el riesgo de un nuevo infarto de miocardio.
Actúan sobre todo disminuyendo los valores en sangre del colesterol LDL ,pero también tienen un efecto sobre el colesterol HDL, incrementándolo y disminuyendo las concentraciones de triglicéridos