El médico Mario Boskis comentó varios estudios en los que incluso se comparó el desempeño de médicos profesionales con el de una inteligencia artificial para realizar diagnósticos. “La IA es sumamente precisa para reconocer patrones que quizás el ojo humano no puede reconocer”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿La inteligencia artificial tiene un “as en la manga” para tratamientos médicos?
Sin dudas. Esto lo vengo viendo venir, lo analizamos y hablamos con colegas. Estamos ansiosos de ver muchas de las aplicaciones, cuánto de esto realmente va a ayudar en forma significativa en esta y otras áreas.
En la medicina ya se está utilizando, por ejemplo, en el diagnóstico de enfermedades. La inteligencia artificial permite ayudar, en forma más veloz y certera que el ser humano a reconocer imágenes, por ejemplo.
Hay un estudio muy interesante publicado en la revista Nature, en la que se tomaron dos poblaciones, una de médicos eco cardiografistas de altos grados de entrenamiento, contra una inteligencia artificial, para ver quién era más fiable para hacer los diagnósticos. Con suma sorpresa, la inteligencia artificial fue más certera para hacer diagnósticos de ecocardiogramas. Además, podían hacerlo en una fracción del tiempo que los humanos.
Imagínese el revuelo que esto creó. Se probó también en otros tipos de estudios, en los cuales la inteligencia artificial puede ver imágenes en resonancias cardíacas, pero también en otras especialidades, como para reconocer tumores. La inteligencia artificial es sumamente precisa para reconocer patrones de tumores.
Se ha visto que la inteligencia artificial es sumamente precisa para reconocer patrones que quizás el ojo humano no puede reconocer.
¿Podría servir para prolongar aún más la longevidad?
De eso se trata. La medicina hoy busca vivir más y vivir mejor. Se está trabajando mucho en ingeniería genética, con ensayos clínicos, cómo podemos hacer para mejorar la longevidad.
Se está investigando por qué tenemos un reloj biológico que, a fin de cuentas, tiene una fecha de caducidad. Por supuesto, vamos estudiando de lo más simple a lo más complejo. Empezamos por las células, después pasamos a los tejidos, luego a los órganos y finalmente al ser humano.
La inteligencia artificial brinda la posibilidad de analizar millones y millones de datos que se le proveen con los ensayos clínicos, analizando patrones y llegando a resultados que los programas habituales de computación no pueden hacer.
De esta manera, sin dudas, pueden ayudar a la producción de fármacos que inhiban que se produzca la muerte celular y prolongar la longevidad. Estoy dando un ejemplo en el que la investigación con inteligencia artificial puede prolongar la vida.
¿Imagina en el futuro hospitales que, en lugar de médicos, tengan operadores de inteligencia artificial?
Ese es uno de los grandes temas que se está tocando. Se hacen en varios congresos reuniones médicas donde se trata esa misma pregunta.
Yo creo que la inteligencia artificial debe ser una herramienta que ayude al médico. No creo que pueda llegar a reemplazar la experiencia y el juicio de un profesional. Sin dudas, va a ayudar en forma significativa, y ya lo está haciendo, en hospitales.
En clínicas estadounidenses ya la están usando para tareas repetitivas, como escribir historias clínicas, que suele ser una tarea tediosa, porque tiene muchos datos. La inteligencia artificial, con el procesamiento de lenguaje oral y escrito que tiene, puede escribir perfectamente, compartirla, y utilizarla para generar bases de datos importantísimos, para ver patrones de enfermedades, etc.
También leí un informe muy interesante. Se incorporaron cerca de siete millones de electrocardiogramas de todo tipo de pacientes y se le dijo a la inteligencia artificial que reconozca patrones comunes. Llegaron a detectar pronósticos de qué pacientes podrían desarrollar, en el futuro, insuficiencia cardíaca o arritmias complejas.
Ese es un aporte muy importante, la posibilidad de pronosticar enfermedades.