La mayoría de las muertes súbitas se producen fuera de los hospitales. Foto Shutterstock.
Muchas son las preguntas que surgen ante un hecho tan repentino y sorpresivo como la muerte súbita. De hecho, se trata de “la aparición inesperada de un paro cardíaco en una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado”, según define Juan José Herrera Paz, jefe del Servicio de Cardiología de Fleni.
Como explica el especialista, lamentablemente “se han tenido pocos resultados en la disminución de su presentación”, por lo que su abordaje continúa siendo un desafío.
Por eso, desde la Fundación Cardiológica Argentina (FCA) y la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) instituyeron entre el 20 y el 27 de agosto la Semana de Lucha contra la Muerte Súbita, que busca concientizar e incentivar a la población a capacitarse en reanimación cardiopulmonar básica (RCP) y Desfibrilación Automática Externa (DEA).
¿El objetivo? Que cada persona que conozca y sepa aplicar estas técnicas puede convertirse en un “rescatador”. A continuación, cinco preguntas frecuentes que ayudan a conocer el problema y a tomar medidas para empezar a ser parte de la solución.
1. ¿Cuáles son las chances de salvar una vida con la práctica de RCP?
Sí. Tanto la reanimación cardiovascular como la existencia de cardiodesfibriladores externos pueden salvar vidas, aclara la médica Carolina Salvatori, secretaría científica del consejo de Cardiología clínica y terapéutica de la SAC.
Y suma un dato tan revelador como trascendente: una de cada cuatro personas puede sobrevivir a una muerte súbita cuando están fuera del ámbito hospitalario gracias a la práctica de RCP.
Por eso, “es importante que la población se concientice sobre la necesidad de conocer las maniobras de resucitación cardiopulmonar para poder tratar la muerte súbita”, agrega el cardiólogo Mario Boskis, también de la SAC.
En caso de ocurrir en la vía pública, si las personas de alrededor, llamadas “rescatadores”, conocen las maniobras, pueden favorecer en forma significativa la posibilidad de que esta persona continúe con vida.
Hay cursos de RCP y DEA, que se ofrecen en la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), la Cruz Roja y el gobierno de la ciudad, por ejemplo. Muchos se dictan en modalidad virtual, y otros de manera presencial.
Más de 40 mil personas mueren por año de muerte súbita. Capacitarse en técnicas de reanimación ayudaría a reducir esta cifra. Foto Shutterstock.
2. ¿Cuáles son los pasos a seguir?
“Cuando uno habla de maniobras, desde la FCA hablamos de una cadena de la supervivencia. Lo primero que uno tiene que hacer es un diagnóstico de inconsciencia (ver si responde), y si no, tenemos que empezar inmediatamente la maniobra de resucitación que se llama compresión o masaje cardíaco externo”, explica Boskis.
“Mientras tanto -agrega el cardiólogo-, hay que activar un servicio de emergencia. En la Capital Federal es el SAME o el 911 y en cualquier lugar del país siempre debemos conocer cuál es el número de emergencia”.
Además, en caso de haber un desfibrilador cercano, “inmediatamente tenemos que tratar de aplicar la maniobra de desfibrilación en el paciente”, indica.
3. ¿Cuán determinante es el tiempo?
En Argentina, más de 40.000 personas son víctimas de muerte súbita por año y una de las formas de prevenirla es socorrer rápidamente a la víctima.
“Tenemos muy poco tiempo para actuar porque lo que se produce en la muerte súbita generalmente es un paro cardiorrespiratorio. Si uno no actúa rápidamente, las estadísticas nos dicen que menos del 10% de los afectados sobreviven al episodio”, detalla Boskis.
“Es fundamental entender que cada uno de nosotros puede ser un elemento de prevención de la muerte súbita. Lo único que hay que saber hacer es el masaje cardíaco o maniobras de reanimación cardiopulmonar”, señala Herrera Paz.
Y continúa: “Sabiendo esto, tendremos la posibilidad de poder usar un desfibrilador en los lugares que cuentan con ellos (cada vez son más) o hacer que la víctima del paro cardíaco llegue en condiciones para esperar el arribo del sistema de emergencias”, apunta.
Hacerse chequeos cardiológicos y mantener un estilo de vida saludable, las formas de prevenirlo. Foto Shutterstock.
4. ¿Se puede prevenir?
Si bien la muerte súbita no tiene síntomas previos, es inesperada, y por lo tanto no puede prevenirse, lo cierto es que de adoptar un estilo de vida saludable y realizar consultas cardiológicas son acciones fundamentales para reducir las posibilidades de que ocurra.
En este sentido, Salvatori apunta un dato esclarecedor: “el 50% de las personas no tienen conocimiento de una enfermedad cardiológica preexistente”.
“La prevención primaria de la muerte súbita consiste en adoptar un estilo de vida saludable: alimentación adecuada, ejercicios físicos periódicos, no fumar, controlar la presión arterial y los valores de azúcar y colesterol, y visitar periódicamente al cardiólogo para realizar chequeos y poder detectar en forma precoz cualquier enfermedad cardíaca “, precisa WikiCardio, el sitio de información validada de la SAC.
5. ¿Cómo actúa el desfibrilador?
Mucho se ha hablado de la necesidad de contar con desfibriladores en lugares como estadios deportivos, clubes y hasta teatros.
“La desfibrilación es la medida de tratamiento más eficaz frente a casos de muerte súbita. La desfibrilación es la reversión de la fibrilación ventricular: se administra al corazón una descarga eléctrica controlada con el desfibrilador que, a través de la descarga, corta la actividad eléctrica de la arritmia y permite al corazón retomar su actividad eléctrica normal “, explica Herrera Paz.
Y continúa: “El pronóstico de los pacientes que sufren una muerte súbita depende del tiempo que transcurre entre que el corazón se detiene y se aplica una desfibrilación. Se calcula que por cada minuto de demora existe un 10% menos de posibilidades de que el paciente se recupere. Antes de la llegada del equipo médico, los masajes cardíacos pueden ser la salvación de la persona”, detalla.
6. ¿Hay personas con mayor riesgo?
“En lo que se sabe por estadística, en los extremos de la vida, tanto los bebés como los adultos mayores pueden tener episodios de muerte súbita. En el 75% de los casos se ve en gente adulta que tiene enfermedad coronaria”, detalla Boskis .
El 25% restante en general son causadas por problemas estructurales del corazón, como las miocardiopatías o arritmias de origen congénito, que muchas veces pueden no dar síntomas hasta que ocurre el episodio, explica.
Herrera Paz agrega: “La fibrilación ventricular es muy rara en corazones sanos. Por eso en personas mayores de 35 años la causa más frecuente es la enfermedad de las arterias coronarias, representada por el infarto agudo de miocardio”, explica.
“La muerte súbita en personas jóvenes suele estar relacionada con enfermedades cardíacas previas y suele tener una asociación alta al ejercicio, sobre todo en aquellos con enfermedades del músculo cardíaco “, cierra.