La sarcopenia aparece en algunos pacientes de Covid que estuvieron internados en terapia intensiva. Foto Luciano Thieberger
La sarcopenia se define como la disminución de la función muscular y del rendimiento físico. La causa primaria es la edad, sobre todo en adultos mayores, y la secundaria, motivada por ciertas enfermedades o un reposo prolongado. Estudios recientes vinculan a la sarcopenia como un nuevo efecto post-covid.
De acuerdo con una publicación de Journal of the American Medical Association, un 35% de los pacientes que tuvieron coronavirus mostró signos como fatiga, falta de aire, dolor de pecho o cabeza, tos, palpitaciones y alteraciones psiconeurológicas como ansiedad, depresión y estrés post traumático luego de haberse recuperado. Mario Boskis, miembro Titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (MTSAC) explica a Clarín que el el “Covid largo” es la persistencia de síntomas por semanas o meses después de haber recibido el alta de una infección aguda por el virus.
A esas secuelas ya conocidas, ahora se sumó la sarcopenia. Las causas de esta dolencia secundaria por el coronavirus están relacionadas al efecto directo de la enfermedad sobre el músculo como también al reposo prolongado por la pandemia. Es que en épocas de cuarentena estricta, algunas personas vieron disminuida su actividad física e incrementaron la pérdida de fuerza.
Un estudio realizado en el Reino Unido y publicado por la revista científica Aging and Disease señaló a la patología de “sarcopenia aguda por Covid-19” como habitual en los adultos mayores que sobreviven a situaciones graves producidas por el virus. Ocurre dentro de los 6 meses después de la infección, mayormente en quienes estuvieron internados en terapia intensiva. “Se destaca un desbalance muscular con disminución del tamaño y número de fibras y reducción de la síntesis muscular“, afirma la publicación.
En otro artículo publicado en la revista científica Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle científicos de Estados Unidos y Alemania reportaron sarcopenia en pacientes que habían tenido coronavirus y, en los casos más graves, un cuadro severo llamado caquexia. A este último lo definen como un “síndrome metabólico complejo asociado con una enfermedad subyacente y caracterizado por la pérdida de músculo” que se manifiesta por pérdida de peso, anorexia, degradación de las proteínas musculares e inflamación.
Los especialistas recomiendan no desatender los controles médicos
Alicia Bagur es médica osteóloga, especialista en sarcopenia y osteoporosis en el Centro Mautalen. Clarín la consultó para interiorizarse sobre la relación entre el coronavirus y la debilidad muscular.
–¿Cuál es el vínculo entre el Covid y la sarcopenia?
–El Covid produce una reacción inflamatoria sistémica que consume proteínas y disminuye su síntesis. Las proteínas son muy importantes para el músculo. Estos pacientes también están inmovilizados sobre todo en internaciones, especialmente en cuidados intensivos. Esta inmovilidad provoca atrofia muscular.
–¿Hay alguna diferencia con la sarcopenia “aguda” o “secundaria”?
–La secundaria sería la causada por el Covid. Se llama “secundario” a las enfermedades o medicamentos que provocan otra enfermedad o impactan en algún órgano. La “aguda” también es secundaria pero su aparición es rápida en los casos graves de Covid que requieren cuidados intensivos.
–¿Cuáles son sus causas?
–Las causas son básicamente dos: la inflamación sistémica que compromete el músculo y la inmovilización.
–¿Cómo se diagnostica y cuáles son sus riesgos?
–Se diagnostica por los síntomas como pérdida de fuerza y decaimiento muscular. También, puede haber dolor articular. Los riesgos son los relacionados con la debilidad muscular, dificultad para retomar la vida habitual, inestabilidad en la marcha, caídas y fracturas, sobre todo en los adultos mayores. Cabe destacar que la sarcopenia aumenta el riesgo de caídas que predisponen a fracturas de cadera, muñeca, húmero y vértebras.
La sarcopenia aumenta el riesgo de caídas que predisponen a fracturas.
Puede ser diagnosticada midiendo la masa muscular con los equipos de densitometría y realizando pruebas de fuerza y función muscular que permiten saber si el déficit muscular es leve, moderado o severo.
–¿En qué edades y géneros suele registrarse y por qué?
–La sarcopenia primaria se da en ambos géneros y está relacionada con la edad. El músculo comienza a disminuir a partir de los 45 años. Es más manifiesto en los adultos mayores. Se produce por falta de actividad física, menor consumo de proteínas en la dieta, disminución de vitamina D y el infiltrado de grasa en el músculo. Las causas secundarias son: diabetes, cáncer, enfermedades cardiovasculares, Epoc, reposo prolongado, entre otros. La novedad es que a esta lista se suma el Covid.
–¿Cómo puede combatirse?
–Con actividad física acorde a la edad. En el contexto del Covid, es necesario iniciarla muy lentamente, seguir una dieta con aporte proteico y normalizar la vitamina D (en caso de que esté disminuida).
–¿Es un cuadro reversible?
–En el contexto de Covid puede ser reversible. Pero, en los adultos mayores es más difícil. Es importante corregir la dieta e indicar actividad física y que tengan una vitamina D dentro de valores normales. Las recomendaciones para su recuperación comprenden un plan multidisciplinario que incluye actividad muscular guiada/progresiva y una buena alimentación con balance de nutrientes, destacando las proteínas tan necesarias para el músculo.